A raíz de la pandemia por COVID-19, el sector del transporte de carga enfrentó una serie de dificultades que llevaron a las empresas dedicadas a estas actividades a plantearse nuevas estrategias para mantener realizando sus operaciones de manera eficiente. Es así que con la finalidad de calcular más precisamente los costos de transporte y los tiempos de entrega se le concedió una mayor importancia a la optimización de rutas gracias a todos los beneficios que le ofrece a esta industria.
No obstante, al día de hoy este es uno de los procesos que más pasan desapercibidos debido a la falsa creencia de que solamente basta con encontrar el camino más corto entre dos puntos; la realidad es que esta optimización toma en cuenta una gran cantidad de factores, que van desde la cantidad y la ubicación de todas las paradas requeridas de la ruta hasta los márgenes de tiempo para las entregas. Ante la complejidad de este proceso, se han buscado implementar nuevas tecnologías que constan de algoritmos especializados para analizar las variables más rápidamente.
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¿Qué es la optimización de rutas?
Es común que las empresas únicamente informen a sus operadores de transporte el destino al que deben llevar las mercancías y que estos sean los encargados de decidir cuál será el trayecto que utilizarán. Sin embargo, esto puede traer graves consecuencias, ya que pueden realizarse recorridos más largos de lo normal, lo que se traduciría en entregas más lentas y mayores costos operativos. Por esta razón, la optimización de rutas busca organizar de manera estratégica la ruta que una determinada unidad de transporte de carga tiene que seguir para entregar todos los paquetes en tiempo y forma.
Existen una gran cantidad de factores que deben tomarse en cuenta para llevar a cabo este proceso de la mejor manera posible, lo que a su vez lo vuelve más complejo:
- Flota. Es imprescindible contar con un excelente control de las unidades que se tienen disponibles, ya que esto permitirá conocer la capacidad de carga a mayor profundidad y será más fácil determinar cuál realizará alguna ruta específica. Asimismo, se tendrá un mejor registro en el mantenimiento de cada uno de los vehículos, por lo que esto evitará futuras complicaciones en los trayectos.
- Horarios. Se deben tener en cuenta las fechas de entrega estimadas de cada carga para así escoger la ruta más adecuada dependiendo del tráfico y de la hora en la que se transitará. Esto, además, permitirá que los clientes queden satisfechos con las entregas, pues se respetarán los plazos estimados.
- Clima. Si bien este es uno de los factores que no se pueden controlar, lo cierto es que contar con información sobre el clima, como por ejemplo si habrá alguna tormenta o la temperatura será muy alta, también permitirá realizar una optimización de rutas de manera más óptima, ya que se elegirá el trayecto más seguro en caso de que se presente alguna de las situaciones anteriores.
- Inseguridad. Es un hecho que a nivel mundial se vive una situación preocupante en cuanto a temas de inseguridad en las carreteras debido a las altas tasas de robos que sufre diariamente el transporte de carga. Este es un factor determinante a la hora de decidir cuál es la mejor ruta, ya que existen carreteras que son más peligrosas que otras. Sin embargo, para evitar este tipo de riesgos, se recomienda contar con el servicio de Monitoreo Activo de SafeLink Tracking, ya que permite mantener el seguimiento del trayecto de la unidad y así detectar de manera más efectiva cualquier incidencia o eventualidad.
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5 beneficios de este proceso
Como ya se ha mencionado, la optimización de rutas en el transporte de carga ofrece varios beneficios que pueden tener un impacto significativo en la eficiencia y rentabilidad de una empresa, entre los que se pueden destacar los siguientes:
- Reducción de costos. Esta optimización permite minimizar los gastos operativos al encontrar la ruta más eficiente para entregar la carga, lo que implica evitar trayectos innecesarios, reducir la distancia recorrida y optimizar el uso de combustible. Al disminuir los costos de transporte, se puede aumentar la rentabilidad de la empresa.
- Ahorro de tiempo. Al encontrar la ruta más rápida y eficiente, se evitan retrasos y se minimiza el tiempo de entrega. La optimización de rutas tiene en cuenta factores como el tráfico, las condiciones climáticas y las restricciones legales, lo que permite realizar una planificación más precisa y reducir los tiempos de viaje.
- Mayor capacidad de carga. También se puede maximizar la capacidad de carga de los vehículos, ya que se carga de manera más eficiente los productos, considerando aspectos como el peso, el volumen y las características de la carga. Al utilizar al máximo la capacidad de los vehículos, se reducen los costos de transporte por unidad de carga.
- Mejor servicio al cliente. La optimización de los trayectos permite programar entregas precisas y ofrecer tiempos de respuesta más cortos, lo que contribuye a mejorar la reputación de la empresa y fortalecer las relaciones con los clientes.
- Reducción del impacto ambiental. Al minimizar las distancias recorridas y optimizar el uso de combustible, la optimización de rutas puede contribuir a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y el impacto ambiental del transporte de carga. Esto es especialmente relevante en un contexto en el que cada vez hay una mayor conciencia sobre la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental.
Si bien la planificación de las rutas puede parecer compleja en un principio por la cantidad de factores que deben tomarse en cuenta, lo cierto es que este proceso resulta imprescindible para las empresas de este sector, ya que les permite mejorar considerablemente sus operaciones y ofrecer mejores servicios.
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Fuentes: Element