En México, el transporte de carga es uno de los sectores más importantes para la economía del país, ya que se estima que constituye el 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional al trasladar más del 80% de las mercancías de comercio internacional. Sin embargo, esta industria atraviesa una severa crisis en la antigüedad de sus flotas de transporte, puesto que más del 43% de las unidades tiene 20 años de uso o hasta más, según datos proporcionados por la Dirección General de Autotransporte Federal.
Esta situación contrasta considerablemente con las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual sugiere que lo ideal es contar con unidades que no superen los 10 años de servicio.
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¿Cuáles son las consecuencias de la antigüedad en las flotas de transporte?
Ciertos expertos como Ernesto del Blanco, director general de ELAM-FAW, coinciden en la urgente necesidad de renovar las flotas de transporte de carga pesada en México. Esta renovación no solo es crucial desde un punto de vista comercial, sino también ambiental y de seguridad vial.
Los vehículos de carga pesada que circulan por las carreteras mexicanas son cada vez más antiguos, lo que genera una gran cantidad de consecuencias, entre las que se pueden destacar las siguientes:
- Mayor consumo de combustible. La tecnología de los motores antiguos es menos eficiente, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible y, por ende, en un aumento de las emisiones contaminantes.
- Riesgo para la seguridad vial. El deterioro de sistemas esenciales como frenos y luces aumenta el riesgo de accidentes viales. De hecho, en 2023, más de 6 mil 486 remolques estuvieron involucrados en accidentes en carreteras federales.
- Contaminación ambiental. El transporte de carga pesada es responsable del 29% de las emisiones de CO2 del sector transporte en México, lo que contribuye al cambio climático y a la contaminación del aire.
- Mayor riesgo de robo de carga. Al ser más propensas a deteriorarse, existe una mayor posibilidad de que las flotas de transporte queden varadas en las carreteras, lo que a su vez aumenta la amenaza de robo de carga. Por esta razón, es recomendable contar con herramientas preventivas que disminuyan estos riesgos, como es el caso del monitoreo activo de SafeLink Tracking y el seguro de carga de SafeLink Marine.
- Contaminación auditiva. Los vehículos antiguos generan un ruido excesivo que afecta la salud y el bienestar de las personas en las ciudades.
Es por lo anterior que es imperativo que las empresas del sector transporte y las autoridades gubernamentales tomen medidas para renovar la flota vehicular de carga pesada en México.
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Amenazas al nearshoring
Como se ha visto, la situación de antigüedad de las flotas de transporte en México genera graves consecuencias en términos de seguridad vial e impacto ambiental; sin embargo, también amenaza las oportunidades que el país tiene para capitalizar el nearshoring debido a las siguientes razones:
- Aumento de los costos logísticos.
Los camiones que tienen una mayor antigüedad son más propensos a averías, aumentando los costos de mantenimiento y reparaciones. Lo anterior se traduce en mayores gastos para las empresas transportistas, que a su vez puede repercutir en el precio final de los productos transportados.
Esta situación perjudica considerablemente a las empresas extranjeras que buscan realizar nearshoring en México, puesto que uno de los principales atractivos del país son los precios más bajos para realizar sus operaciones logísticas.
- Disminución de la eficiencia y la productividad.
Los camiones antiguos son más propensos a estropearse, lo que a su vez también puede provocar retrasos en las entregas y tiempos de inactividad para las empresas transportistas, reduciendo así la eficiencia del sector y disminuyendo la productividad.
Asimismo, estas unidades suelen ser más lentas que las nuevas, por lo que se prolongan los tiempos de entrega de los productos y, como consecuencia, puede afectar negativamente a la competitividad de las empresas extranjeras.
- Deterioro de la imagen del país.
Las unidades obsoletas emiten más contaminantes que las nuevas, contribuyendo a la contaminación del aire y al cambio climático y daña la imagen de México como un país comprometido con la sostenibilidad ambiental ante las empresas extranjeras.
Además, la alta tasa de accidentes de tránsito en México, en parte debido a la antigüedad de las flotillas de transporte de carga, genera una percepción negativa del país entre las empresas extranjeras interesadas en realizar nearshoring, los inversores y otros socios comerciales internacionales.
En definitiva, la obsolescencia de las flotas de transporte de carga en México no solo representa un obstáculo para la competitividad del sector, sino que también amenaza las oportunidades que el país tiene para capitalizar el nearshoring. Por esta razón, es indispensable tomar medidas urgentes para modernizar el sector y construir un futuro más próspero y sostenible para esta industria en México.
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Fuentes: El Economista
