En México, los programas enfocados en lograr un transporte sustentable juegan un papel crucial en la búsqueda de soluciones para los desafíos ambientales y de movilidad. Estas iniciativas no solo buscan reducir la huella ambiental del transporte, sino también mejorar la eficiencia y la calidad de vida de las personas. A través de políticas y proyectos innovadores, se promueve el uso de tecnologías limpias, la optimización de rutas y la diversificación de medios de transporte, como el fomento de la movilidad eléctrica y el uso de combustibles alternativos.
Por otra parte, también se incentiva la colaboración público-privada y la participación ciudadana para impulsar cambios significativos en la infraestructura y en los hábitos de transporte. Estos programas son clave para avanzar hacia un modelo de transporte más sostenible, que garantice un desarrollo equitativo y respetuoso con el entorno.
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Programas para un transporte sustentable en México
En 2022, se estima que circulaban más de un millón de vehículos de carga operando para más de 190 mil empresas, los cuales, según un estudio del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), generaron más del 25% de las emisiones de los gases de efecto invernadero. Al tratarse de uno de los sectores más contaminantes, fue indispensable crear nuevos programas e iniciativas que contribuyeran a un transporte sustentable, de los cuales destacan los siguientes:
- Programa Nacional de Transporte Limpio. Lanzado en 2014 por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), este programa tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes provenientes del sector transporte. Entre sus acciones se encuentran la promoción de vehículos eficientes en combustible, el transporte público sustentable, la movilidad activa y la infraestructura para vehículos eléctricos.
- Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial. Esta estrategia, publicada en 2021 por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), busca impulsar un modelo de movilidad urbana incluyente, segura, accesible, eficiente y sustentable. Entre sus objetivos se encuentran la reducción del uso del automóvil, el aumento de la infraestructura para el transporte público, la promoción de la movilidad activa y la creación de ciudades más amigables con los peatones y ciclistas.
- Fondo Nacional de Infraestructura (FONIN). Este fondo, administrado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), financia proyectos de infraestructura para el transporte sustentable, como la construcción de líneas de metro, metrobús y trolebús, así como la adquisición de autobuses eléctricos y la instalación de ciclovías.
Acciones locales
Aunque estos programas se aplican a nivel federal, lo cierto es que algunas ciudades mexicanas no se han quedado atrás en la búsqueda de un transporte sustentable. En urbes se han implementado diversas iniciativas que apuntan hacia un futuro más verde, como lo son las siguientes:
- Programas de renovación vehicular. Ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey cuentan con programas para sustituir unidades vehiculares viejas y contaminantes por modelos más eficientes.
- Transporte público sustentable. Se están modernizando y ampliando los sistemas de transporte público, incorporando unidades nuevas y tecnologías limpias como autobuses eléctricos e híbridos.
- Movilidad activa. Se están implementando programas para fomentar el uso de la bicicleta y la caminata, como la construcción de ciclovías, peatonalizaciones y campañas de sensibilización.
- Electromovilidad. Se están impulsando iniciativas para promover el uso de vehículos eléctricos en México, como la instalación de estaciones de carga y la creación de incentivos fiscales para su compra.
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¿Cuáles son los beneficios de estas iniciativas?
Uno de los beneficios más inmediatos de los programas de transporte sustentable es la reducción de la contaminación del aire. Al disminuir la dependencia del automóvil y promover alternativas como el transporte público, la bicicleta y la caminata, se reduce la cantidad de emisiones contaminantes liberadas a la atmósfera. Esto se traduce en un aire más limpio y una mejor calidad de vida para los ciudadanos, especialmente para los grupos más vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias.
Por otra parte, los programas de movilidad activa, como el uso de la bicicleta y la caminata, no solo benefician al medio ambiente sino también a nuestra salud. Estas actividades fomentan un estilo de vida más activo, lo que ayuda a prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, el diabetes y las enfermedades cardíacas. Además, caminar y andar en bicicleta son actividades que pueden disfrutarse en familia o con amigos, lo que contribuye a mejorar nuestro bienestar social y emocional.
Optar por alternativas de transporte sustentable como el transporte público o la bicicleta puede generar ahorros significativos en los gastos de transporte. Además, los programas gubernamentales suelen ofrecer incentivos fiscales o subsidios para la compra de vehículos eficientes o la instalación de infraestructura para la movilidad activa, lo que puede representar un ahorro adicional para los ciudadanos.
El transporte es uno de los principales sectores emisores de gases de efecto invernadero, por lo que la transición hacia un sistema de transporte más sustentable es fundamental para combatir el cambio climático. Al reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover el uso de energías renovables como la electricidad, contribuirá a la mitigación de este problema global.
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Fuente: Gobierno de México
