La pandemia por COVID-19, que comenzó a principios del 2020, trajo diversos cambios para el sector de transporte de carga debido a que una gran cantidad de actividades tuvieron que ser suspendidas para evitar contagios. El segundo año de la crisis sanitaria mejoró considerablemente respecto al anterior; sin embargo, los robos a este sector iniciaron una tendencia al alza que hoy en día siguen siendo uno de los principales retos del transporte terrestre.
Refugio Muñoz, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) señaló que, pese a los tres años especialmente difíciles que ha vivido esta industria y lo desalentador que parecía ser el futuro, lo cierto es que las oportunidades para el transporte de carga para 2023 son muy favorables. Asimismo, aseguró que la agenda para este año está enfocada a que tanto usuarios como proveedores de transporte sean aún más eficientes para poco a poco poder regresar a los niveles de operación de 2019, previos a la pandemia.
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Los principales retos del transporte de carga para 2023
Si bien el panorama de este sector se ve más alentador en comparación con años anteriores, lo cierto es que aún quedan diversos retos del transporte de carga que obstaculizan su recuperación. De manera general, numerosos directivos de esta industria han mostrado su preocupación por la desaceleración económica y una probable recesión en Estados Unidos y en México, lo que podría traer graves consecuencias tanto para el autotransporte como para la economía del país.
Aunado a esto, se tienen en la mira cinco desafíos específicos que están pendientes por resolverse a lo largo del 2023, los cuales son los siguientes:
- Regulaciones.
El Complemento Carta Porte es un documento aditivo al Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) mediante el cual se acredita el servicio de transporte y la legal tenencia de bienes o mercancías durante su traslado en territorio nacional por medio de cualquier medio de transporte. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) otorgó una prórroga hasta el 31 de julio de 2023 para que los interesados emitan de forma correcta estos documentos sin ningún tipo de sanción ni multas.
Es precisamente durante este año cuando tanto usuarios como proveedores de transporte, deberán emitir toda la información requerida a través de una plataforma digital para así trasladar mercancías de la manera más óptima. Pese a que esta regulación se anunció desde el año pasado, lo cierto es que este es uno de los más grandes retos del transporte terrestre de carga para 2023.
- Seguridad.
Según datos proporcionados por la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), se estima que al cierre de 2022 fueron robados un total de mil 580 vehículos pesados, una de las cifras más alarmantes de los últimos años. Es por esto que no es de extrañarse que la inseguridad sea uno de los retos del transporte terrestre de carga que más dinero le ha costado al sector.
A lo largo de este 2023, es fundamental que se integre la capacitación de los transportistas con las medidas de parte del gobierno para garantizar la seguridad vial en las carreteras de México y salvaguardar la integridad de transportistas y de las mercancías que se trasladan.
Fue el año pasado cuando se intensificó esta situación a nivel mundial que hasta el momento no ha encontrado solución; en México, el problema inclusive se ha intensificado debido a la migración de choferes hacia Estados Unidos y Canadá, quienes hace unos meses liberaron las visas B1 a los operadores que ya tenían sus trámites en marcha.
Ante esta falta de personal se han propuesto diversas soluciones y estrategias que deben ponerse en marcha durante 2023, como la de brindar más capacitaciones para contar con un equipo mejor preparado así como mejorar sus condiciones laborales a través de unidades tecnológicamente avanzadas, lo que además resultará atractivo para aquellos interesados en aplicar para este tipo de puestos.
- Renovaciones de flotas.
El anterior punto despliega los últimos dos retos del transporte de carga en México. En primer lugar, ante las constantes innovaciones tecnológicas y el interés por hacer más sostenible a esta industria, a lo largo de este año las empresas tendrán que realizar una renovación de sus flotas debido a que gran parte de las unidades llevan mucho tiempo de uso e inclusive están obsoletas.
Sin embargo, el interés de las empresas para llevar a cabo este proceso ha incrementado a principios del 2023, por lo que resulta complicado que se completen todas las renovaciones que se planean hacer. Asimismo, debido a la inversión inicial para costear las flotas más avanzadas, es probable que haya un incremento en los precios para transportar mercancías.
- Impulso tecnológico.
En años recientes, se han desarrollado diversas tecnologías exclusivas del transporte de carga terrestre con la finalidad de aumentar la productividad y eficiencia del sector a través de la simplificación de procesos. Es así que la implementación de inteligencia artificial, big data, sistemas de relevos, softwares para la transmisión de datos en tiempo real, entre otros, permiten una toma de decisiones más estratégica y disminuirán considerablemente los errores que pueden cometerse durante el traslado.
Si bien estos temas ya han tomado cierta relevancia desde hace un par de años, lo cierto es que 2023 será un año decisivo para comenzar a implementar este tipo de innovaciones, pues en México son pocas las unidades que cuentan con tecnología avanzada. Es probable que durante el transcurso del año se vean las primeras inversiones para transformar digitalmente al transporte de carga terrestre, un pequeño paso que significará el futuro de este sector.
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Fuentes: T21
