En el actual panorama global, la descarbonización del transporte de carga terrestre es considerada una necesidad urgente para abordar los desafíos ambientales y promover un futuro sostenible. Este proceso es esencial debido a la significativa contribución del transporte de carga terrestre a la contaminación ambiental, puesto que se estima que este sector es responsable del 22% de las emisiones contaminantes y del 15% de los gases del efecto invernadero. Ante esta situación, la Ciudad de México, a través de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), se sumó a la iniciativa Laneshift, desarrollada por la Red de Ciudades C40, la cual tiene como objetivo descarbonizar el transporte de carga a partir del uso de tecnologías más limpias.
La importancia de esta nueva iniciativa radica en la mitigación del cambio climático, la mejora de la calidad del aire y la preservación de recursos naturales, mientras se impulsa la innovación y se promueven prácticas que garanticen un transporte más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Conoce cuáles son las estrategias para disminuir la contaminación del transporte de carga
¿Qué es la Red de Ciudades C40, creadora de la iniciativa Laneshift?
El Grupo de Liderazgo Climático, conocido como C40, es una red de ciudades que se han unido para combatir el cambio climático. Estas urbes, que representan a más de 700 millones de personas, reconocen que el cambio climático es la mayor amenaza del siglo XXI y se comprometen a reducir las emisiones de carbono y construir un futuro más sostenible a través de diferentes iniciativas, como lo es la Laneshift.
La reciente cumbre del C40 que reunió a líderes de diversos sectores, sentó las bases para un futuro más verde y resiliente, por lo que los asistentes adoptaron cinco compromisos clave:
- Recuperación verde. Las ciudades se comprometieron a trabajar juntas para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, impulsando medidas como la inversión en energías renovables y la promoción de la movilidad sostenible.
- Alimentación sostenible. 14 ciudades, incluyendo Oslo, Barcelona y Lima, se embarcaron en políticas que fomentan una dieta sana y accesible, priorizando la producción local y sostenible de alimentos.
- Construcción sostenible. Las ciudades escandinavas, como Oslo, Estocolmo y Copenhague, liderarán el camino hacia la reducción de emisiones en el sector de la construcción promoviendo el uso de materiales ecológicos y prácticas eficientes.
- Empoderamiento juvenil. Se creará una iniciativa global para fomentar la colaboración entre alcaldes y jóvenes líderes de movimientos climáticos, asegurando que las voces y perspectivas de las nuevas generaciones sean escuchadas y tomadas en cuenta.
- Aire limpio. Un tercio de las ciudades participantes firmaron un pacto que reconoce el derecho a respirar aire puro. El objetivo es reducir las muertes prematuras por contaminación atmosférica que actualmente ascienden a 40 mil por año.
Bajo este último punto surge la iniciativa innovadora Laneshift, que une a esta red, The Climate Pledge, actores del sector público y privado, gobiernos municipales y organizaciones no gubernamentales con un objetivo común: descarbonizar el transporte de carga en América Latina e India.
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¿Qué cambios traerá esta iniciativa en la Ciudad de México?
Sergio Zirath Hernández, director general de calidad del aire de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), explicó que la Ciudad de México fue invitada a la iniciativa Laneshift gracias a que esta urbe se ha mostrado interesada en la reducción de gases contaminantes en el transporte de carga.
Además, esta iniciativa propone una hoja de ruta para la transición hacia el transporte de vehículos eléctricos en este sector, enfocándose en soluciones locales y complementando las acciones federales y regionales ya existentes.
Es así que su implementación en la Ciudad de México se basará en dos programas urbanos que ya se habían implementado anteriormente en la ciudad. Uno de ellos es el programa de autorregulación de vehículos de diésel, el cual se encarga de renovar anualmente el 10% de la flota vehicular de las empresas inscritas para que estas unidades cuenten con un filtro para abatir cerca del 98% la emisión de partículas PM2.5. El otro es el programa de autorregulación ambiental para impulsar la electromovilidad que busca propiciar el fomento del uso de los automóviles eléctricos o híbridos en el reparto de mercancías.
El lanzamiento de Laneshift en la Ciudad de México reunió a un grupo de actores clave en la lucha contra el cambio climático, además de representantes de cámaras industriales, fabricantes de vehículos eléctricos, asociaciones de transporte, instituciones financieras, la SEDEMA y la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI) que se dieron cita para marcar un hito en la descarbonización del transporte de carga.
Gabriel Tenenbaum, jefe de vehículos de cero emisiones para América Latina de C40, mencionó la histórica colaboración entre la organización y la Ciudad de México desde 2005. Resaltó el liderazgo de la CDMX en temas de transporte, cambio climático y calidad del aire, y mencionó los planes para ampliar el alcance del programa de autorregulación ambiental.
Es así que la iniciativa Laneshift representa un paso crucial hacia un futuro más sostenible, por lo que la colaboración entre diversos actores y la implementación de medidas como la electrificación del transporte de carga son esenciales para combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire en la Ciudad de México.
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Fuentes: The Logistics World