La Ley de Infraestructura de la Calidad (LIC), que sustituye a la antigua Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN), representa un cambio importante en el ámbito de la normalización y evaluación de conformidad en México. Su objetivo principal es crear una cultura de calidad en los procesos, productos y servicios, permitiendo al país competir a nivel internacional y adaptarse a las innovaciones tecnológicas que transforman la economía global. En este contexto, el sector de autotransporte es uno de los grandes beneficiarios, ya que la LIC busca mejorar los estándares de calidad, eficiencia y seguridad en esta industria vital para la logística nacional e internacional.
¿Cuál es el objetivo de la Ley de Infraestructura de la Calidad?
La Ley de Infraestructura de la Calidad fue publicada el 1 de julio de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, con la misión de actualizar el sistema de normalización en México, abarcando la estandarización, la evaluación de conformidad y la metrología. El cambio de modelo introduce una infraestructura de calidad que pretende elevar la competitividad nacional y establecer una armonización con las normas internacionales, como las del ISO, IEC y otras organizaciones. Este enfoque renovado pretende no solo impulsar el desarrollo tecnológico en diversas industrias, sino también facilitar la difusión de normativas, estándares y procesos de evaluación de conformidad en un sistema digital denominado Plataforma Integral de la Infraestructura de la Calidad.
Para el sector del autotransporte, esta nueva estructura regulatoria trae mejoras al acortar los tiempos para la publicación y actualización de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y estándares relacionados, promoviendo un transporte más seguro y eficiente. La Plataforma Integral permite que empresas y organismos reguladores consulten en tiempo real los requisitos normativos y accedan a procedimientos de conformidad que fortalezcan sus operaciones. Esta accesibilidad es clave para la adaptación de las empresas transportistas a las mejores prácticas de calidad y seguridad, alineadas con el comercio global.
Su impacto en la seguridad y eficiencia del autotransporte
El sector de autotransporte en México desempeña un papel fundamental en la economía y el comercio internacional, por lo que requiere altos niveles de control y cumplimiento normativo para garantizar la seguridad en las carreteras. La Ley de Infraestructura de la Calidad impulsa el fortalecimiento de la infraestructura de calidad en este sector mediante el establecimiento de nuevas regulaciones y estándares que buscan minimizar riesgos en el transporte de mercancías. Además, se contempla la participación activa de los entes públicos y privados en el desarrollo y actualización de las NOM aplicables al transporte, lo cual representa un cambio hacia una mayor colaboración entre el gobierno y la industria.
Asimismo, esta ley promueve la evaluación de la conformidad como herramienta clave para garantizar que los vehículos, productos y procesos del sector cumplan con los estándares de seguridad y calidad exigidos. Esta evaluación incluye la verificación de componentes críticos, como frenos, sistemas de suspensión, llantas y otros elementos esenciales en los vehículos de carga. Así, el cumplimiento de las NOM y los estándares internacionales contribuye a prevenir accidentes, mejorar la eficiencia en el transporte y reducir el impacto ambiental de esta actividad. El sistema de evaluación de conformidad que establece la Ley de Infraestructura de la Calidad facilita un monitoreo constante del cumplimiento normativo, lo que beneficia tanto a los operadores como a los usuarios.
Su influencia en la modernización y sostenibilidad del autotransporte
El marco normativo que ofrece la Ley de Infraestructura de la Calidad está orientado a fomentar la modernización en el sector de autotransporte, alentando la adopción de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles. Con la creación de estándares específicos, la ley facilita el acceso a procedimientos de verificación y certificación que promuevan el uso de vehículos más eficientes en el consumo de combustible y menos contaminantes, contribuyendo así al cumplimiento de metas de sostenibilidad y reducción de emisiones.
El impulso a la digitalización mediante la Plataforma Integral de la Infraestructura de la Calidad permite también a las empresas del sector integrar sistemas inteligentes que optimicen sus operaciones y respondan mejor a las normativas de control de emisiones y eficiencia energética. Además, esta ley promueve la incorporación de innovaciones tecnológicas como los sistemas de monitoreo en tiempo real y la automatización de procesos logísticos, que son herramientas fundamentales para el crecimiento y competitividad del sector.
Por otro lado, el marco de la Ley de Infraestructura de la Calidad apoya el desarrollo de capacidades en el sector, alentando la capacitación y actualización de los operadores y técnicos que intervienen en el proceso logístico y de transporte. Esta especialización resulta clave para la adopción de tecnologías emergentes y el cumplimiento riguroso de las normativas, lo que a su vez repercute positivamente en la seguridad y eficiencia del transporte de carga en el país.
En resumen, este nuevo modelo de infraestructura de calidad representa una oportunidad para que el sector de autotransporte mexicano se posicione como un líder en la región, aprovechando las ventajas de la certificación y modernización para elevar la competitividad del país y contribuir al desarrollo económico y ambiental. Así, la Ley de Infraestructura de la Calidad no solo es una herramienta regulatoria, sino una base sólida para el crecimiento sostenible y la innovación en el transporte de carga en México.
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Fuente: Holland & Knight
