En el sector del transporte de carga es indispensable conocer cada aspecto del funcionamiento de los vehículos para así optimizar su rendimiento y que las operaciones logísticas sean más eficientes. Entre los conceptos que se deben tener en cuenta se encuentra el ralentí, o mantener un motor en funcionamiento cuando el vehículo está estacionado, el cual es una práctica común en este sector. Sin embargo, este hábito puede tener un impacto significativo en los costos operativos, la durabilidad del motor y el medio ambiente.
Te recomendamos: ¿Cómo lograr una buena gestión de riesgos en el transporte de carga?
¿Por qué es problemático el ralentí en el transporte de carga?
Esta situación ocurre cuando el motor de un vehículo sigue funcionando mientras este permanece inmóvil. En el transporte de carga, los conductores pueden dejar el motor encendido mientras esperan para cargar o descargar mercancías, descansan o esperan en el tráfico. Aunque pueda parecer una acción inofensiva, esto tiene graves consecuencias, como lo son las siguientes:
- Daño al motor y costos de mantenimiento
Dejar un vehículo al ralentí durante largos períodos daña más el motor que arrancarlo y apagarlo. Cuando un motor funciona a baja velocidad, las piezas internas sufren un desgaste acelerado, lo que puede acortar la vida útil del motor. Además, provoca una acumulación de residuos de carbono en el motor debido a una combustión incompleta, lo que afecta a los componentes como las bujías, los sistemas de escape y los filtros de aire e incrementa los costos de mantenimiento.
Los precios asociados con las reparaciones por daños relacionados con esta situación suelen ser elevados; por ejemplo, el reemplazo de un sistema de escape dañado por residuos de carbono acumulados puede costar miles de dólares.
- Impacto en el consumo de combustible
El consumo de combustible durante esta situación varía según el tipo de vehículo, el tamaño del motor y el tipo de combustible utilizado. Sin embargo, los vehículos con el motor en funcionamiento pueden consumir entre 0,5 y 1 litro de combustible por hora, lo que representa un gasto significativo para las empresas de transporte.
Por ejemplo, si un camión consume 0,7 litros de diésel por hora en ralentí y el precio del combustible es de 1,8 dólares por litro, cada hora con el motor encendido cuesta 1,26 dólares. Si un camión permanece en esta situación durante 4 horas al día, el gasto anual puede superar los mil 800 dólares por vehículo, por lo que, al multiplicar este gasto por toda una flota, las cifras se vuelven alarmantes.
- Emisiones contaminantes
La combustión incompleta durante el ralentí produce emisiones de dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) y óxidos de nitrógeno (NOx), que son gases de efecto invernadero y contaminantes peligrosos para la salud. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte por carretera representa el 76 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte a nivel mundial.
Por esta razón, reducir el tiempo del motor en funcionamiento cuando el vehículo está estacionado es una medida efectiva para disminuir las emisiones contaminantes. Un estudio del University College of York revela que evitar esta situación durante solo tres minutos al día puede reducir las emisiones de CO2 en 1,4 millones de toneladas anuales, lo que equivale a retirar 320 mil coches de las carreteras.
Te recomendamos: El rol del hombre-camión en la logística
Estrategias para reducirlo en las flotas de transporte de carga
Reducir el tiempo de ralentí es una forma sencilla y efectiva de disminuir los costos operativos y el impacto ambiental, por lo que se recomienda implementar una serie de estrategias para evitarlo:
- Políticas de gestión
Una de las formas más efectivas de reducir esta situación es establecer políticas claras para los conductores, las cuales deben especificar cuándo es aceptable dejar el motor encendido y cuándo se debe apagar. Además, es importante educar a los conductores sobre los costos asociados y motivarlos a reducir su tiempo de inactividad.
Por ejemplo, una política puede indicar que los conductores deben apagar el motor si van a estar estacionados durante más de un minuto. Esta simple acción puede generar ahorros significativos en combustible y reducir las emisiones contaminantes.
- Formación y capacitación de conductores
La capacitación continua de los conductores es fundamental para reducir el ralentí, por lo que las empresas deben incluir directrices sobre esta situación en sus programas de formación para fomentar una cultura de seguridad y eficiencia en la conducción.
Los conductores deben aprender a:
-Apagar el motor cuando estén detenidos por más de 10 segundos.
-Evitar dejar el motor encendido para calentarlo.
-Utilizar dispositivos de ahorro de energía durante los periodos de descanso.
- Unidades de Potencia Auxiliar (APU)
Las unidades de potencia auxiliar (APU) son una inversión que puede ayudar a reducir el tiempo de ralentí del motor principal. Estas unidades permiten a los conductores disfrutar de comodidades como aire acondicionado, calefacción y electricidad sin consumir combustible del motor principal.
Aunque las APU tienen un costo inicial, los ahorros en combustible y mantenimiento pueden justificar la inversión a largo plazo.
En conclusión, la gestión del ralentí en el transporte de carga es esencial para reducir costos operativos, prolongar la vida útil de los motores y minimizar el impacto ambiental. Al adoptar estas estrategias, las empresas de transporte pueden mejorar su eficiencia, ahorrar dinero y contribuir a un medio ambiente más limpio y saludable.
En SafeLink Tracking contamos con estas soluciones tecnológicas para que tu carga esté segura.
Contáctanos y haz que tu mercancía viaje segura y protegida.
Fuente: Geotab