Realizar un envío desde un punto A hasta un punto B, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas (pyme), requiere de mucha planificación y de una serie de estrategias que permitan ahorrar tiempo, esfuerzo y costos. La carga consolidada es, precisamente, una de las opciones a las que suelen recurrir las compañías cuyos envíos se conforman por una cantidad pequeña de mercancía, ya que les permite internacionalizarse a un precio muy reducido.
Para optar por este tipo de carga se tienen que tomar en consideración una serie de elementos como el origen, el destino, la disponibilidad, las características propias del producto (tamaño, forma, peso, fragilidad), el presupuesto y si necesita condiciones especiales, como mantenerse a cierta temperatura o evitar la humedad. Es importante que las empresas conozcan más acerca de esta modalidad de envío, puesto que pueden evitar costos que hagan estragos en su economía.
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¿Qué es la carga consolidada?
La carga consolidada o LTL (Less than Truck Loaded), también conocida como carga fraccionada o consolidación de carga, es un término que se refiere a la agrupación de varias mercancías de diferentes compañías en un mismo envío. En otras palabras, se trata de la combinación de varias cargas de poco tamaño en un solo envío más grande.
Este tipo de carga suele utilizarse en situaciones donde el volumen de cada envío es insuficiente para llenar completamente un contenedor o vehículo de transporte, lo que resultaría en un desperdicio de espacio y en costos adicionales para las empresas. Por esta razón, en lugar de enviar cada carga por separado, se agrupan varias en un solo envío, lo que permite aprovechar al máximo el espacio disponible y reducir los precios de transporte que también afectan al consumidor final.
Aunque es común que esta carga sea utilizada en servicios de transporte marítimo y aéreo, también se realizan envíos en servicios terrestres, como el transporte por carretera y ferrocarril. La consolidación de carga puede ser realizada por un transportista o agente de carga, quien se encarga de coordinar la recolección, consolidación y entrega de la mercancía a sus respectivos destinatarios.
¿Cuáles son las ventajas de esta carga?
La carga consolidada tiene varias ventajas para los remitentes, los transportistas y los destinatarios de las mercancías, entre las cuales se pueden mencionar:
- Reducción de costos. Esta carga permite aprovechar al máximo el espacio disponible en un contenedor o vehículo de transporte, lo que se traduce en un ahorro de costos para los remitentes. Además, los transportistas pueden ofrecer tarifas más competitivas al distribuir los costos entre varios envíos.
- Mayor eficiencia. El proceso de envío se simplifica al reducir el número de pedidos individuales que deben ser coordinados, por lo que puede resultar en un proceso de envío más eficiente y menos propenso a errores.
- Menor impacto ambiental. Al reducir el número de envíos individuales, la carga consolidada puede ayudar a reducir la huella de carbono asociada al transporte de mercancías. Esto puede ser particularmente relevante en situaciones donde se utilizan contenedores y vehículos de transporte con alta capacidad.
- Mayor flexibilidad. Se puede ofrecer mayor flexibilidad en términos de programación y opciones de envío, ya que los transportistas pueden brindar una variedad de horarios y destinos.
- Acceso a nuevos mercados. Abre nuevas oportunidades de negocio para los remitentes al permitirles enviar cantidades más pequeñas de mercancías a destinos a los que antes no tenían acceso.
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Sus principales desventajas
Pese a todos los beneficios que este tipo de carga puede traer a las pequeñas empresas, lo cierto es que también cuenta con una serie de inconvenientes que pueden afectar la eficiencia de los procesos logísticos. No obstante, con un buen transitario o transportista, estos efectos pueden minimizarse:
- Requiere de mayor esfuerzo en su programación. Es necesario de un agente externo que gestione los espacios en los contenedores; en el caso del transporte terrestre, en ocasiones el transportista no cuenta con los recursos necesarios para la consolidación, por lo que las empresas deben subcontratar a un operador logístico.
- Retrasos en el servicio. Ante cualquier error durante la consolidación o desconsolidación, todo el envío puede frenarse y producir un efecto en cascada en todas las empresas que esperan sus mercancías.
- Seguridad en las mercancías. Si bien los servicios de carga consolidada procuran el resguardo y la seguridad de las mercancías, lo cierto es que, ante el aumento de los robos en las carreteras a nivel mundial, siempre existe la posibilidad de que los productos sufran algún tipo de riesgo durante el trayecto. Por esta razón, es imprescindible contar con medidas que prevengan y mitiguen este tipo de peligros.
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Fuente: Solistica
